Ante la falta de tiempo para el maquillaje siempre está el rímel, dispuesto a salvar el día gracias a sus funciones múltiples con ojos y rostro.

El rímel es una vital herramienta que no puede faltar en tu set de maquillaje pues, unos ojos con rímel marcan totalmente la diferencia de unos sin él. Los inicios de este producto datan de la época egipcia, donde esta antigua civilización fabricó las primeras muestras a partir de moscas molidas.

Tiene como principal función definir y alargar las pestañas. Definir significa que cada pestaña resaltará de manera individual y que se note la separación entre cada una de ellas. Además, da la impresión de que son más largas y grandes.

Otro beneficio es que puede dar volumen y dar la impresión de tener mayor cantidad de pestañas, además de hacerte sentir con ojos más resaltantes.

Existen distintos rubros en lo que define a rimels pues algunos son fabricados para cumplir alguna tarea en especifica, dependiendo del tiempo de pestañas que se tenga. Sin embargo, distintas máscaras ofrecen las funciones integradas como volumen y definición al mismo tiempo.

 Otro tipo de rímel es el llamado “waterproof”, que asegura mantenerse en tus pestañas así las lágrimas, agua o humedad ronden en tu ambiente. Por ello, elige bien el rímel que te convenga teniendo en cuenta la cantidad, grosor y largo de tus pestañas.

Si saliste apurada de casa y no tuviste tiempo de maquillarte, con un poco de rímel bastará para darte un aire distinto, sin la necesidad de aplicar otro producto.