El machete, la anchoveta, la caballa y el jurel ayudan a que el niño desarrolle adecuadamente su agudeza y memoria visual.

Nuevamente hablamos de las bondades del pescado, sobre todo, aquellos llamados azules o que tienen carne oscura. Su consumo, además de  aminorar los dolores de cabeza y reducir la obesidad, mejora la visión infantil, si la madre lo consume durante el periodo de gestación. Esto es debido a su alto contenido de ácidos grasos Omega3.

El nutricionista del programa nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción, indicó “La agudeza visual es poder ver con nitidez los detalles finos y la memoria visual es la capacidad de retener una imagen en la memoria en corto plazo.  Los ácidos grasos Omega3 del pescado contienen DHA, un componente esencial para el desarrollo saludable del cerebro y de la visión”.

La agudeza visual se desarrolla rápidamente en el primer año de vida y se va incrementando hasta los tres años aproximadamente. Es por eso que consumir una gran cantidad de DHA incrementa la maduración de la retina. El DHA se concentra en el cerebro y la retina de los ojos donde participa de la función visual. 

Varios estudios realizados por distintas partes del mundo han demostrado las mejorías reales en la agudeza visual y la memoria visual en los niños con mayores aportes de DHA durante el embarazo y la lactancia. Por el contrario, el poco consumo de DHA durante las mencionadas etapas, interfiere con el proceso normal de la visión humana y la memorización de estímulos.

Es importante señalar que los pescados oscuros son más nutritivos que los pescados de carne blanca por su alto contenido de Omega3. Esto ayuda al buen desarrollo y crecimiento del tejido cerebral y de la vista. 

Puedes encontrar los pescados azules en distintos mercados y supermercados. Recuerda que los que puedes comprar son el bonito, el jurel, la caballa, el machete y la anchoveta.