No solo las mantendrás en buen estado de manera externa: la alimentación y la higiene personal son factores decisivos en el cuidado de las pestañas

¿Sabías que una mala alimentación desfavorece el crecimiento de las pestañas? Debes haber notado que naturalmente, cada cierto tiempo, algunas caen. No se trata de una coincidencia, por el contrario, la ingesta de alimentos de manera desproporcionada genera fragilidad, caída y lento crecimiento de tus pestañas.

Otra razón que te impide mantener en buen estado tus pestañas es sobarte los ojos con constancia. Ya sea por un mal hábito o por sueño, evita frotarte pues tu vista podrá terminar irritada, las bacterias de tus manos se transmitirán a esta zona y la piel del contorno de los ojos se adelgaza y aligera motivando la pérdida de más pestañas.

Pero un clásico y muy bien conocido motivo para la caída de pestañas es no darle uso al desmaquillador. Si tu día ya concluyó, no puedes hacer nada mejor por ti misma que lavarte la cara y enseguida aplicar tu crema o gel que te librará de la capa de rímel que aplicaste. De no hacerlo, tus pestañas permanecerán duras y se quebrarán. Recuerda que su crecimiento tarda no menos de tres meses.

Por último, un arma mortal son los rizadores. El apuro cotidiano ha hecho de estos aparatos unos amigos inseparables. Lo que no sabes es que, al ser de metal, generan el arranque de raíz de cada una de tus pestañas. Es decir, en vez de darles forma, las jalan.

De preferencia, ayúdate de una cuchara para darle un buen rizado sin tener que quebrarlas. Usa siempre máscaras que no hayan vencido y así cuidarás siempre de tus pestañas.