A diario retamos a nuestro cuerpo a bajar calorías y quemar grasas a base de ejercicios, siendo la caminata y el trote de los lo más comunes.

Tanto correr como caminar son buenas maneras de quemar calorías y ayudan a mejorar la salud y mantenernos en forma, pero, ¿cuál de las dos opciones te da mejores resultados?

Esta se convierte en una pregunta difícil pues se sabe, de manera universal, que ambas actividades favorecen las condiciones físicas de todas las personas, pero podemos afirmar que caminar es la mejor opción. Te damos las principales razones para que lo tomes en cuenta.

  •  Es totalmente accesible. Basta con caminar 30 minutos a diario para ejercitar tu cuerpo. No requiere de mayores esfuerzos ni te genera sudoración excesiva.
  • No necesitas zapatillas ni ropa especial para realizarlo. Puedes caminar con la ropa de todos los días, teniendo en cuenta la condición de emplear un calzado cómodo sin la exigencia de ser deportivo.
  • Es mucho más seguro. Cuando corres, las articulaciones son sometidas a mayores esfuerzos, trabajo que con el tiempo de pasa factura. Si caminas estás libre de tener esas fracturas por caídas o los tirones, desmayos o mareos si no te alimentaste bien.
  • Se puede quemar más grasa caminando que corriendo. Se suele pensar que caminar quema menos grasa que correr, pero eso no es necesariamente cierto. En realidad, caminando a una distancia aproximada de 7,5 kilómetros por hora se quema más calorías que corriendo a 10 kilómetros por hora. ¿La razón? Al caminar se involucran más músculos que al correr.

 Ahora ya conoces una alternativa más sencilla de hacer ejercicios con toda la practicidad al alcance. ¡Inténtalo!