El cisjordano Khalil Shreatech descubrió que se podía publicar en el perfil de Facebook de alguien sin necesidad de estar interconectados.

Un especialista en tecnologías de la información le ha dado a Facebook donde más le duele: en la privacidad. Este ciudadano, que se encontraba desempleado, encontró un ‘bug’ que permite acceder al muro de una persona a pesar de que está lo tenga oculto.

Esta vulnerabilidad existe desde hace poco tiempo y consistía en que todos aquellos usuarios que tenían sus muros y perfiles protegidos, es decir, donde nadie podía publicar, en realidad no lo estaban tanto. 

Shreatech buscaba la famosa recompensa que otorga Facebook a los usuarios anónimos que hallan errores en la red social. Pero ante el silencio de los ingenieros de seguridad de la conocida compañía, este programador decidió ir a más.

En busca de sus 500 dólares, publicó en el muro de Sarah Goodin, amiga de Zuckerberg y primera mujer en unirse a Facebook. El equipo de seguridad le respondió que lo lamentaban pero que “eso no se trataba de un error”.

Ante la negativa, el programador palestino no se dio por vencido y decidió apuntar a lo más alto. Se infiltró en el muro del mismo Mark Zuckerberg y le escribió un mensaje: “Lo siento por invadir su privacidad”, reza la publicación. “No tuve otra alternativa”, prosigue.

En pocos minutos, el perfil del informático desempleado quedó bloqueado “como medida de precaución” y se le solicitó información acerca del exploit. Además, uno de los ingenieros de Facebook le informó a Shreatech de que no recibiría la recompensa ya que había violado los términos de uso de la red social, específicamente el cargar material en páginas de usuarios a los que no tenía acceso.

Shreatech se ha hecho famoso. Aunque desde los círculos de seguridad informativa conjeturaron que pudo haber ganado miles de dólares si hubiera vendido la información, el especialista en tecnologías está contento. Asegura que no buscaba la fama y que se sintió “decepcionado” al no obtener la recompensa de Facebook, pero las numerosas ofertas de trabajo que ha recibido de muchas partes del mundo sí le han dejado satisfecho.