Si trabajas y estudias al mismo tiempo debes tener una equilibrada alimentación de acuerdo a tus propias necesidades y estilo de vida. 

Todos sabemos que una buena alimentación es la base de todo buen estado nutricional y al mismo tiempo es súper importante para mantener la salud. De esta manera se promueven las condiciones ideales para obtener un buen desempeño laboral y académico. Con respecto a esto, la Dra. Neliza Zuñiga Alvarado, nutricionista y docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, nos da algunos consejos para mantenerte saludable cuando llevas una vida acelerada. 

Suspender los desayunos, almuerzos o cenas por trabajo o tomarlos muy a la ligera puede repercutir en el desempeño académico y laboral porque disminuye la glucosa en la sangre, esto provoca hambre, mareos, dolores de cabeza y desconcentración. 

El desayuno debería cubrir el 30% de las necesidades nutricionales del día. Un desayuno ideal contiene un producto lácteo, como queso, leche descremada o yogurt), una fruta y un cereal (avena, pan, hojuelas, etc). Evita combinar lácteos con café y consumir frituras.

El almuerzo debe aportar el 40% del requerimiento nutricional diario. Un buen almuerzo puede tener una porción de ensalada y un plato de fondo (guisos y menestras 3 veces a la semana).

La cena es importante pero hay que tener en cuenta el horario. Recuerda que es equivalente al almuerzo pero en menor volumen. 

El consumo de refrigerios nutritivos entre comidas es ideal para los estudiantes. Un buen refrigerio debería contener una fruta, una fuente de proteínas como lácteos, carnes o frutos secos, y agua.

Por último, recuerda que es indispensable tener un horario fijo de alimentación, masticar bien los alimentos, no comer apurado y evitar la comida chatarra que tiene grandes cantidades de sodio, grasas saturadas y azúcares.