¿Te casas en verano? Si todavía estas pensando la decoración para tu boda, inspírate en los colores del verano.

Si no te has decidido por uno, ¿por qué no usar tres? Amarillo, naranja y rosado, tres colores que evocan la calidez, alegría y romanticismo del verano.

El color amarillo en tu Boda

El amarillo es vibrante, jovial y amistoso. Es el color del buen humor y de la alegría de vivir. Es tonificante, luminoso y, como el naranja, crea una impresión de luz y calor. Transmite más sensación de claridad que ningún otro color además de energía, optimismo y alegría. Estimula el intelecto, la impulsividad y puede provocar alteración mental.

La psicología del color lo asocia asimismo con diversión, innovación y arrogancia.

El color naranja en tu Boda

El naranja evoca calor, fuego, destellos luminosos o rayos solares, luz y otoño, de ahí que sus efectos psicológicos se relacionen con el ardor, la excitación y la juventud. 

Efecto: energía, impulsividad, estimulante, calor, apetito, antidepresivo.

Asociación: vitalidad, entusiasmo, exaltación, fertilidad, diversión, sociabilidad, lo aromático, agridulce, original, subjetividad, felicidad, creatividad.

En Oriente: transformación, iluminación en el budismo.

El color rosado en tu Boda

El rosa es tímido y romántico. Sugiere suavidad, feminidad, cariño e intimidad.

Efecto: protección, calmante, ternura, armonía, buena voluntad.

Asociación: amabilidad, suavidad, altruismo