Un repaso por la trayectoria de la niña mimada de México, Thalía. La cantante encarna a latina exitosa y vigente a pesar del tiempo.

La sonrisa amplia, la mirada juguetona y la cara manchada de torta, así luce Thalía en las fotos de su cumpleaños número 42. En otra, feliz cual adolescente, se abraza a su esposo, el productor musical Tonny Motola.

Thalía y sus cuarenta y dos años a ritmo trepidante

Thalía y sus cuarenta y dos años a ritmo trepidante

La diva de base cuatro parece encarnar aquella frase que dice que “los cuarenta son los nuevos veinte”. Así, por ejemplo, no duda en exhibir su dinamismo por Instagram, plataforma exhibe de vez en cuando fotos con su sexy figura. Pero tiene más: que su clase de yoga por aquí, que la sesión de fotos por allá, que el libro para niños que hizo basandose en su hija.

Thalía y sus cuarenta y dos años a ritmo trepidante

Hace un mes, la actriz y cantante también presumió del momento especial que preparó para su esposo por sus 15 años de matrimonio. En la foto: luz cálida, bebida, y abrazo. “Love is the key”, fue una de sus sentencias que acompañó a la imagen.

La mexicana ha ido manteniéndose en el imaginario popular gracias también a sus colaboraciones de diversa índole: desde Pitbull a Michael Bublé, pasando por Romeo Santos, vocalista de Aventura y Rocío Durcal. Es decir, por un lado las radios no han dejado de pasarla y por otro, se erige como una referencia latina en el canto. Por algo cantó junto a Obama “Amor a la mexicana” en la Fiesta Latina el 2009.

Pero su influencia no sólo queda en la música. Thalía lleva cuatro libros en su haber. El tercero, llamado “Cada día más fuerte”, fue una recopilación de memorias  centradas en hechos claves de su vida como el fallecimiento de sus padres, el secuestro de sus hermanas, entre otros. Vendió cerca del millón de ejemplares a lo largo del mundo en cuestión de meses.

En fin, Thalía, la que encarnó a las tres Marías que mantuvieron pegadas al televisor a miles de televidentes peruanas, parece vivir una segunda juventud, plena y sin ganas de sucumbir al paso del tiempo.