Conoce un poco más sobre la historia de la minifalda, como nació y cómo llegó a ser una de las prendas más provocativas y sensuales de las mujeres.

La minifalda fue todo una revolución. Si viajamos por el tiempo, nos remontaremos a los años 60, cuando Mary Quant y André Courréges, cada uno por su lado, cortaron la falda quince centímetros. El momento que se vivía en Europa, como la  aparición de la píldora anticonceptiva, las guerras mundiales y la incorporación de la mujer al mundo laboral impulsaron la revolución de la moda.

La aparición de jóvenes diseñadores, quienes colaboraron en crear nuevos looks femeninos,  cambio el estilo de vestir en la mujer. La minifalda resultó ser una prenda versátil, práctica y femenina. Lo que llevó a que este accesorio tenga buena aceptación en la industria de la moda. 

La coquetería femenina y la libre expresión conquistaron el entorno conservador. Desde entonces, y ya han pasado cincuenta años, esta prenda ha sufrido distintos grados de popularidad, pero, eso sí, jamás ha llegado a desaparecer del guardarropa femenino.

Otra posible creadora de la minifalda, fue la diseñadora Mary Quant. Para muchos, ella fue quien se atrevió a revolucionar el concepto de la feminidad en las prendas. La historia de la minifalda empieza con un desfile el 10 de julio de 1964, en el que Mary Quant presenta su propuesta de verano a base de faldas minis que dejaban al descubiertos los muslos.

Este éxito dio la vuelta al mundo en menos de 80 días y, poco después de ese sensual espectáculo, empezaron a surgir voces que reivindicaban la autoría del invento.

Lo cierto es que en el 2014 la minifalda es una prenda básica para todas las mujeres que deseen resaltar su lado sexy. Además de las formas, colores y cortes, esta prenda es parte de grandes colecciones de artistas de todo el mundo.